El dedo en la llaga


Escrito por Fernando Palomo sacado de la prensa grafica

El problema no es Pellegrini, aunque la primera solución que busquen en los despachos sea echar al técnico. Es histórico en el fútbol, que el hilo siempre se corta por lo más fino, el técnico. Para buscar responsables y alejarnos de las culpabilidades, hay que centrar miradas en quienes arman el equipo y en la cultura de comodidad que se ha instalado en el Real Madrid gracias a Florentino Pérez. A este y al que llegó al Madrid hace nueve años.

Impera el interés por lo comercial, antes que por el fútbol. Si por Florentino fuera, Pellegrini ya habría sido destituido. Lo que evita la entrada de la guillotina por la que pasaron cinco técnicos durante el primer “florentinato” es la presencia de Jorge Valdano. Al argentino, formado por admisión propia en España, le ofrecieron dirigir y desistió por respeto a la tranquilidad con la que vive en sus oficinas.

El Real Madrid ha vivido en cinco meses lo mismo que en cinco años de aquella primera etapa de Florentino. Glamour y pasarelas en la primera parte, urgencias y prisas en la segunda parte. A estas nuevas urgencias se les suma el Barcelona que no les da descanso. Que la distancia entre aquello y esto la marque la sensatez. A Pellegrini se le conoce por ser sensato, reflexivo, nunca pasado de tono. En Valdebebas le encuentran similar a Del Bosque, el único que ha sido capaz de controlar el vestuario blanco. Un vestuario que ha triturado a varios, Capello incluido.

A Florentino Pérez tendría que importarle tanto la coherencia de un proyecto deportivo como los números de una caja registradora. El problema no es Pellegrini.

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